El futbol es uno de los fenómenos sociales de masas por antonomasia.

El mundial de futbol ha subido el volumen a la intensidad de cada detalle, error, propuesta y apuesta.

El mundial podemos observarlo como una historia en su formato clásico de presentación, nudo y desenlace con paleta de colores.

Presentación de un nacimiento: las asignaciones de sede oficial y calendario con el negro sobre blanco, cual dibujo a carboncillo.
El nudo teñido del color del dinero macerado en sospechas de corrupciones, abuso de poder y tráfico de influencias.
Un final sorprendente por clásico siendo como el descanso de algunos y el sabor a derrota social de otros.

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