El color del año, anunciado puntualmente cada diciembre, ha sido un seudo-termómetro del clima emocional del mercado y un avance de los colores que serán omnipresentes son más lejanas o imposibles.
Pantone ha convertido en una tradición anunciar cada diciembre los colores del año siguiente, más allá del aspecto curioso del anuncio, nos revela un minucioso estudio de los estados anímicos de los consumidores y así orientar el marketing a sus expectativas. El color del año, anunciado puntualmente cada diciembre, ha sido un seudo-termómetro del clima emocional del mercado y un avance de los colores que serán omnipresentes.